Robar, esa horrible palabra,
Cuando robas el alma o la calma,
De quien no come nada.
Mírame yo soy un ladrón,
Pero de momentos bellos,
De gruesos cabellos ,
Que le hizo esta canción.
Y robé su cuello,
Sus momentos más bellos,
Su cama, su cintura de avispa,
Y sus mejores recuerdos.
Morir, saber que moriría que sí, que sí
Por pegarle a mi cuerpo
Es que la llevo muy dentro
Parar el viento, escalar, seguir subiendo
Congelar el tiempo y tocar el cielo
Parar el viento, escalar, seguir subiendo
Congelar el tiempo y tocar el cielo...
Con los dedos...
Con los dedos...
Con los dedos... aahh
Quiero estirar a muerte
Todo el tiempo a su lado,
Convertir las horas galgas
En caracoles cojeando,
Y mirar a las estrellas
Y no lavar jamás las huellas
De sus manos en mi pelo
De sus labios en mi pecho.
Hablar, esa horrible palabra
Cuando ladras
Presumes mucho siempre
Y nunca dices nada.
Mírame yo sí presumo
De que no consumo
No fumo y escupo
A la cara falsa de quien ladra.
Tanto, no hables tanto
Me estás mareando
Hablan nada esas mandíbulas rayadas.
Ella es ahora
lo único que me importa,
enterrar tu puño
desoír tu historia,
tus aburridas noches,
tus borrachas norias,
tu varicela de goles,
pichichis y victorias,
cobarde,
cómetete tus cuernos
por pegarla sola,
por ponerte ciego
en ese antro de moda.
Y, qué daría yo, qué daría yo,
Por tener sus labios,
Por tenerla toda,
Por abrir su risa,
Mojar su boca,
Tropezar en sus ojos
Y beber en sus olas
Abrir su risa,
Mojar su boca,
Tropezar en sus ojos
Y beber cada noche sus olas....
Sus olas... sus olas... aaahhh...
Quiero estirar a muerte
Todo el tiempo a su lado,
Convertir las horas galgas
En caracoles cojeando,
Y mirar a las estrellas
Y no lavar jamás las huellas
De sus manos en mi pelo
De sus labios en mi pecho.
Recorrer las curvas lindas
De su cuerpo azucarado,
Arañar la seda fina
De su pelo despeinado,
Y acostar nuestras sonrisas
Y matar todas las prisas,
Se atraviesan como espinas
Esos besos de latina.
He parado el tiempo
Y vaciado la arena
De aquel viejo reloj...
He estirado el tiempo
Con un para siempre
Del chicle infinito en mi diente.
Quiero estirar a muerte
Todo el tiempo a su lado,
Convertir las horas galgas
En caracoles cojeando,
Y mirar a las estrellas
Y no lavar jamás las huellas
De sus manos en mi pelo
De sus labios en mi pecho.
Recorrer las curvas lindas
De su cuerpo azucarado,
Arañar la seda fina
De su pelo despeinado,
Y