Le pasan la pasta y publica el escándalo
en primera página, acusando a los otros
de aquello que hicieron, seguro, fijo
aunque ahora disimulan por los muertos
que nadie reconoce, los turbios asuntos
las extorsiones, y dola la ful
que quieren ocultar, falsedad, cochecho
prevaricación, estafa, rapto
malversación y una larga lista de crímenes de estado
no sabe, no contesta
sin comentarios, pero a ti te han pillado en renuncio
y te va a tocar hacer de cabeza de turco
a la carcel no, que me muero
y el que juzco y condeno, cobra y anula la condena
y aparece de repente, con toga nueva
hasta que llega otro juez y le quita el caso
el papel, el sumario, y la peluca
que aqui no llevan, no llevan, ni llega
la justicia, ni la manga riega
que por mucho proceso el narcotráfico
siempre se libran y vuelven a su pazo
porque tienen dinero contante, mojado
sonante, y siempre por delante
y sobornan a los unos y a los otros
y si dices algo, llamo a mi amiguete
y le enseño el dossier con todas las pruebas
y los documentos y las fotos en que sales desnudo con mi chico en el aparcamiento
y los cambio por los vídeos de la Barbara del Rey
¿quién los ha visto? ¿y quién es el que los ve?
insonorízate, insonorízate
que aunque están borrosos y les falta calidad
se distingue a la legua, el porte real
que no ficticio, que por eso a la consorte
le saca de quicio ese asunto tan feo
tan sucio, tan bajo y tan inglés
a cuenta de las copias que manda el banquero
¿quién? el que robó tanto dinero
que sigue teniendo amigos generales
espicias ociosos muy ambiciosos
que por cuatro perras, le venden lo que quiera
pa comprarse guerreras, y medallas nuevas
guerra de medios, guerra de enteros
guerra de magnates, guerra de tipejos
que tu televisión es insoportable
digital, analógica, o por cable
menudo sopor, y cada vez peor
me niego a tragarme, tu programación
¿cuál es la verdad? ¿la de quién? ¿la de lavía, o la del canal?
no lo sé, y me da igual
porque ya paso mucho de cualquiera de ellas
que desde lejos se les ve el plumero
el corsé rojo, y el látigo de cuero
¿puedo mearte en la cara? si, por favor, me muero de ganas
y no me denuncies, que digo lo que se
y entrando en el talego
aunque seguro, que por muy poco tiempo
porque aquí, la estancia en el hotel, depende siempre
del saldo anual de tu cuenta corriente
tantas verdades, tanta mentiras
mezcladas, crudas y cocidas
hasta que llega un momento en el que ya no importa
verdad y mentira son una misma cosa
por el puto mamoneo que se trae la prensa
la amarilla, la rosa, de izquierdas y derechas
que todos los montajes nacen del poder
¿de qué poder? del cuarto al primero
que me da lo mismo, que el poder
sólo gusta a