(Coro
No puedo salir de este fuego,
Yo quiero salir de este infierno;
No para de quemarme este fuego,
Enséñame a vivir en paz y ameno).
Son muchos los llamados y pocos los escogidos,
Si de algo estoy seguro es que vivo agradecido,
Pues su mano me sostiene, ya no soy el que antes era
No me dominan esas cosas pasajeras.
Su presencia esta en mi vida, no se compra en la farmacia
Y si yo tengo vida, vivo por su gracia;
So recuerda que Él murió por ti y por mí en el madero,
Se entrego por tus pecados y te amó primero.
Dios es poderoso, no caigas al pozo
Saca ya tu vida de ese lodo cenagoso,
Porque Jesucristo es tu única salida;
Él es el Camino, la Verdad y la Vida.
(Coro).
Yea esto está empesao, ¿Qué te ha pasao?
Andas por el mundo bien desorientao,
De un lado a otro; ¿Por que no me lo puedo explicar?
'Sai' yo se que tú tienes tu punto de vista pero te lo voy a recitar
¡ay!
Ay veces duele, es la cruda realidad,
Pero mire, mire nunca podemos olvidar ni negar
Hace 2000 años por toda la humanidad
Murió por tus pecados
Muy ensangrentado;
Me imagino, avergonzado
Con una lanza a su lado,
Cambiar de actitud, mira; ese es tu llamado,
Que tire la primera piedra el que nunca ha pecado.
La vida es dura; no es nada fácil, sabemos que en este camino hay muchas cosas que te podrán apartar
Del camino estrecho que conduce pa' la libertad
Pero no temas, no temas, no temas que Él te ayudará.
A Él no le importa el pecado que tú has cometido,
A Él no le importa las impurezas que hay en tu vida,
A Él no le importa las veces que tú has fallado;
Lo único que importa es que Él murió por tus pecados;
Y que tire la piedra el que no ha pecado
¡¡¡Ho-Ho!!! El que no ha pecado,
Y que tire la piedra el que no ha pecado;
¡¡Que tire la piedra, la piedra; que tire el que no ha pecado!!
(Coro).
Desde que nací
Nunca tuve influencias buenas sobre mí
Siempre hice lo que quise yo destruir
Unas cuantas personas sintieron mi presión
No importa porque yo me hice gran preso ¡Ha!
Caminando sólo no estaba,
Yo sé que Tú me cargabas,
Cuando ese dolor pasaba;
Pero algo en ti dudaba.
Terminé como Judas vendiendo mi alma por un pedazo de la soga
Que le debía más sexo, alcohol y droga.
¡He! Por lo menos me divertí
Y lo mismo no se puede decir de ti
Aunque la gente; Dios, siempre me persiga
Bajo la mano, escondo la piedra y pido que me bendigas...
Que me bendigas.