CORO: Dios, hoy no voy a ir a trabajar
Mi fe, no sirve para alimentar,
Señor, mis hijos son hijos de la calle
La ley del basural, un mundo sin Dios
Jei Ti:
Dios, Dios, sabes, cuando cae la noche madrastra
horas de amargura me arrastran,
el presente y el futuro me golpean duro,
desde niño he aprendido que masticar el pan caliente es un lujo,
me pregunto, de que mierda sirven los políticos
y un presidente en este mundo,
este es el verdadero circo del dinero sucio, y escucho
sirenas, es la ley en la calle bajo llave,
perseguidores van
a la cacería de vendedores ambulantes,
el que se duerme se lo lleva la corriente
dichos, hechos, hijos al acecho
doy mi finiquito directo al vertedero
por favor señor, ni con cien padre nuestro me alimento,
ves que de la fe nadie vive
si de atrás nadie los ve.
CORO: ...
U.R.B.:
Señor, cada paso que doy al encuentro de un mundo
lleno de llantos y lamentos voy
hijos nacidos en medio del sufrimiento,
cada segundo de dolor se vuelve un infierno,
y en la confusión, solo, me pregunte donde estas Dios,
mientras me ahogaba mi aflicción
caminando por la vida que golpea y deja heridas,
derramando más lagrimas
viendo como la inocencia es perdida,
de niños cobijados por la puta calle
durmiendo bajo el techo del hambre
y sólo con la fe de encontrar la puerta
para ser jóvenes de bien, organizados,
y no terminar hundidos drogados
sueños que se esfuman de familias que luchan,
día tras día,
muchas veces terminan destruidas,
sin la oportunidad de surgir,
el sol es uno sólo, y es para todos.
CORO: ...
Demente:
Otro día mas otro despertar sin fe, Señor,
que puedo hacer no encuentro la solución, OH Dios.
mis hijos en la calle están por mi, condición,
una pistola me apunta cargada con la decepción,
y esto se repite todo el tiempo,
es el juego que comienza a ser de fuego, no, no
presión fuerte contra jóvenes inocentes, después de los veinte
no nos queda mucha suerte,
sueños e ideales con los años desapareciendo
mientras el sistema de a poco nos va sometiendo,
en la calle veo a mis hijos día a día en el sismo,
perdiendo su inocencia, cayendo al abismo,
no aguanto más quiero explotar, quiero estallar,
estoy harto de ver a mis hijos tener que robar,
(bis)
es el precio por haber jugado y no haber ganado
es el precio que pagaron todos los que se arriesgaron
y salieron quemados con las manos vacías
son las dos caras de la vida melancolía. (bis)
CORO: ...