ella es pequeña aún, ella no entiende,
ella a su edad ya juega con adolescentes,
su madre suspira y todas las noches reza,
que no le pase nada a mi hija, a mi pequeña.
él me quiere mama, él me cuida,
él nunca hará daño a esta niña que te mira.
pero es ley de vida, todas las madres llevan razón,
al cabo de unos años llega el dolor,
ella llega a casa, llora a escondidas,
un predictor en la mano
y a la intemperie su reputación,
su madre la abraza con todas sus fuerzas
mientras le dice que no.
no estás sola, aquí me tienes,
prisionera de este cuento adolescente
no estás sola, aquí me tienes,
prisionera de este cuento adolescente
pero yo sé que tarde o temprano serás feliz
no estás sola, aquí me tienes,
prisionera de este cuento adolescente
no estás sola, aquí me tienes,
prisionera de este cuento adolescente
pero yo se que tarde o temprano seras feliz
el embarazo pasaba y las miradas quemaban
dedos señalaban mientras su ser enjendraba,
estaba sola, había que salir “palante”
con la cabeza alta y orgullosa.
con dos cojones, no te hizo falta nadie,
ningún hombre, ningún macho,
ningún dueño de tu vida, ningún listo perro,
“pa” criar a tu niña tu solita bastaste,
de madre y padre hiciste a la vez, olé…
te admiro y te respeto mujer,
que grande eres,
creciste más rápido que muchas otras mujeres,
ahora eres feliz, encontraste al hombre,
te casaste y formaste una familia, pusiste orden,
a una vida que puede ser de cualquiera,
por eso todos mis respetos
amiga, madre soltera.
pero yo se que tarde o temprano seras feliz
no estás sola, aquí me tienes,
prisionera de este cuento adolescente,
no estás sola, aquí me tienes,
prisionera de este cuento adolescente
pero yo sé que tarde o temprano serás feliz,
no estás sola, aquí me tienes,
prisionera de este cuento adolescente,
no estás sola, aquí me tienes,
prisionera de este cuento adolescente
pero yo sé que tarde o temprano serás feliz,