Manolo García nació Férez (Albacete), aunque se crió desde pequeño en el Poble Nou barcelonés. Siendo niño siente una gran pasión por la pintura, pasión que aún mantiene.
Manolo Garcia Junto a la pintura, su otra afición era la música y de joven toca la batería en un grupo de su barrio.
En 1982 coincide con Quimi Portet, cuando este tocaba la guitarra para el grupo Los rápidos. De su unión nacería el grupo Los burros, el germen de lo que finalmente sería El último de la fila.
Con este último grupo consigue sus mayores éxitos, con discos como De la cabeza al sombrero, Astronomía razonable y varios más, hasta que en 1998 deciden separarse y continuar cada uno sus carreras en solitario.
Manolo Garcia: Arena en los bolsillos Ese mismo año, Manolo García anuncia la publicación de su primer álbum en solitario, Arena en los bolsillos, con el que consigue un rotundo éxito de ventas, con una gran gira por toda España.
Manolo Garcia: Nunca el tiempo es perdido En el 2001 publica un nuevo disco, titulado Nunca el tiempo es perdido, que le aupa nuevamente en las listas de éxitos, sonando en todas las emisoras de radio del país.
Manolo Garcia: Para que no se duerman mis sentidos El último trabajo hasta la fecha de Manolo García es el titulado Para que no se duerman mis sentidos. Un disco ecléctico de mucho y muy variado colorido sonoro, en el que las letras tienen un peso propio y significan un paso más en el muy personal mundo del músico y compositor. 16 nuevas canciones, una de ellas instrumental, en las que Manolo García se ha volcado durante un año y medio. Empezó a trabajar el 1 de enero de 2003 y tras 8 intensos meses de trabajo, y la colaboración de más de 20 músicos, ha dado vida a un disco diferente con el que ha escapado de la segura comodidad de lo conocido para encontrar una nueva riqueza e intensidad musical.
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