Puedo escapar, puedo escapar, puedo escapar.
Puedo escapar, puedo escapar, puedo escapar.
Errante y vagabundo voy,
pueblo por pueblo, ofreciendo mi vida,
que se reduce a una canción
que habla de todas las cosas perdidas.
Ayer éste fue mi lugar,
hoy es mi hogar y será mi tumba.
La tierra que me vio crecer
será mañana la que me cubra.
Ves, no me queda más que un solo intento.
Si fallo el tiro esta vez, dénme por muerto.
A veces cuando estoy acá
vuelo y me cuelgo de tu cintura.
A la tormenta me trepé,
viajé al pasado una noche sin luna.
Por la ladera vertical,
la más riesgosa, la más oscura.
Mis ojos vieron, por tu reflejo,
esa noche sin luna.
Ves, no me queda más que un solo intento.
Si fallo el tiro esta vez, dénme por muerto.
Puedo escapar, puedo escapar, puedo escapar.
Puedo escapar, puedo escapar, puedo escapar.
Te buscaba hoy, te buscaba,
entre jardines secos, entre algún libro viejo.
Te buscaba hoy, te buscaba,
y encontré en la arena, diamantes, vidrios y penas.
Y yo esperando un corazón,
me lleve lejos, me deje cerca.
Me aparte de este callejón,
de cielos de carbón, de esta ruta vieja.
Igual yo voy a resistir,
voy a seguir, voy a mirar estrellas.
Toda la sangre que te dí
pintó los labios de la más bella.
Ves, no me queda más que un solo intento.
Si fallo el tiro esta vez, dénme por muerto.
Puedo escapar, puedo escapar, puedo escapar.
Puedo escapar, puedo escapar, puedo escapar.
Te buscaba hoy, te buscaba,
entre jardines secos, entre algún libro viejo.
Te buscaba hoy, te buscaba,
y encontré en la arena, diamantes, vidrios y penas.
Y penas, y penas, y penas.
Diamantes, vidrios y penas.
Y penas, y penas, y penas.
Diamantes, vidrios y penas.
Y penas, y penas, y penas.
Diamantes, vidrios y penas.