Voy por la avenida, salí de recorrida,
y llego al mismo lugar. Volver a empezar.
Me quedó en la sangre un poquito de tu voz
y creo que nunca se irá.
Hay que saber sentir, hay que saber vivir,
hay que saber ganar, aprender a perder.
No anoto mis victorias porque me gusta anotar,
con mis derrotas lleno páginas.
Los que no entienden preguntan,
¿por qué canciones tan tristes?,
¿no sería mejor un poco de alegría?.
Y la alegría ya está acá, la gente delira.
Cantan, bailan y piden otra más.
Y si te toca morir de frío,
aunque te toque morir de sed.
Dale tu abrigo al amigo,
que la última gota la beba él.
Música compañera, no es bandera ni frontera,
no sirve pa' dividir, es para compartir.
Escucho un candombe, viene desde el Uruguay.
Tambores que sellan la hermandad.
El rock and roll me sigue, el folklore me guía,
el tango me emociona, el reggae es mi vida.
Por eso ahora me aparto de lo que acostumbro cantar,
música el lenguaje universal.
Los que no entienden preguntan,
¿por qué canciones tan tristes?,
¿no sería mejor un poco de alegría?.
Y la alegría ya está acá, la gente delira.
Cantan, bailan y piden otra más.
Y si te toca morir de frío,
aunque te toque morir de sed.
Dale tu abrigo al amigo,
que la última gota la beba él.
Cuando me quede solo, perdido en lontananza,
miro al cielo y me veo buscando entre nostalgias,
hurgando en el azúcar, la miel y la canela,
los rastros de un amor que siempre queda.
Voy por la avenida, salí de recorrida,
y llego al mismo lugar. Volver a empezar.
Me quedó en la sangre un poquito de tu voz
y creo que nunca se irá.
Los que no entienden preguntan,
¿por qué canciones tan tristes?,
¿no sería mejor un poco de alegría?.
Y la alegría ya está acá, la gente delira.
Cantan, bailan y piden otra más.
Otra más ... otra más,
otra más ... otra más.
El pueblo estalla y una más ... otra más,
pide la gente ... otra más,
dice no es suficiente ... otra más,
con lo que ella siente ... otra más,
no sea indiferente ... otra más.
Otra más.