Te escribiré una canción cada luna llena.
Pues me recuerda tu rostro.
Te cantaré a toda voz
para que me oigas desde allí arriba.
Recitaré cada estrofa suavemente
como la melodía que me
regalabas cada día con tu voz.
Tocaré mi guitarra para ti
con la pasión que nos unía.
Ni Dios podrá hacer
mejor canción que la mía,
pues esta canción que hago es para ti.
Yo, mi voz, mi guitarra
y la imaginación que me envuelve
te mantendremos viva en este mundo.
Tu leyenda reinará.
Pues mi amada se ha ido
a un mejor lugar,
pero me dejó como regalo
la sabiduría de amar.
Y así como yo te ame a ti,
con esa pasión, con ese don de amor,
con esa sabiduría que me regalaste,
yo se la enseñaré a los demás.
Les cantare a todos que un ángel
habitó esta tierra, ese ángel fuiste tu.
Cada luna llena creo una nueva canción,
cada luna llena nace una nueva pasión.
Cada luna llena me centro en un don,
cada luna llena le canto a mi amor.
Y a pesar que el tiempo y la lejanía
rechazan la unión,
seguiré aferrado a ti.
Pues cada luna llena te sentiré junto a mi,
cada canción creada por mí
será la voz de tu corazón.
Un sentimiento más fuerte que el amor
crearé yo con esta canción.
Un toque de ficción vagará
entre las letras para ti amor.
Pues el derecho dicta que ni un mortal
puede amar tanto como lo hago yo.
La fantasía me acompaña día y noche,
pues a ti amor solo te puedo tener en mi corazón.
Por eso anhelo cada noche
una nueva luna llena por que tu ser se refleja en ella.
Y cada noche que te veo
ahí mi corazón vuela entre pasiones
y el deseo de tenerte aquí junto a mí
explota en lágrimas de cariño y de amor.
Una canción nueva para ti.
Una nueva luna para mí.
Este es el pacto entre los dos.
Mantenernos vivos siempre corazón.
Jamás dejarnos rendir.
Levantarnos cada vez que caigamos.
Y si alguna vez mi mente se bloquea
y mi corazón se oscurece,
dame tu luz luna mía.
Brilla como solo tú lo sabes hacer.
Cántame una canción,
despierta mis sentidos
y hazme entrar en razón.
Luna mía te dedico esta canción
con todo mi amor,
si has de escucharla regálame ese don.
Aunque tu luz no sea propia.
Esa luz que en ti se refleja
es el destello de mi corazón,
que para ti nació.