Ay, ay... ehem, ehem...
Tropezando por la calle sin parar,
de faro a faro, de esquina a esquina.
Tropezando por la calle sin parar
maté una gata y una gallina.
Hace rato que ya me sentía borracho,
me harté de ginebra, de solera y de machaco.
Hace rato que ya me sentía borracho,
cuando me empujaron y me metí debajo un carro.
Insultando por la calle sin parar
insu, insu, insulto, tando po, por la calle...
(Pero, Emilio, ¿qué ocurre? ¡Así no se puede grabar!)
¿Y qué, y qué le, y qué le hago yo?
Aquí no hay banda, y aunque la he cogío como, como un piano
me apañaré con la guitarra.
(Pero, bueno, ¿quieres explicarnos lo que pasa?)
¿Lo, lo que pasa?
Lo que pasa es que me encuentro muy borracho,
muy borracho, muy borracho.
Lo que pasa es que me encuentro muy borracho,
y la guitarra me suena a guancho.
Caminando por la calle sin parar
me fui a la playa a coger coquinas
y pillé una pulmonía tan fatal
que me la cura el fino La Ina.
Hacía rato que me encontraba borracho
cuando mi parienta me zumbó aquel garrotazo,
cuando mi ternera me pegó aquel garrotazo
ya la borrachera para mí se está acabando.
Tropezando por la calle sin parar,
de casa en casa, de esquina a esquina.
A trompicones por la calle sin parar
maté a una rata y a mi vecina.
Tropezando por la calle sin parar,
de casa en casa, de esquina a esquina.
A trompicones por la calle sin parar
maté a una rata y a una vecina.
A trompicones por la calle sin parar,
de casa en casa y de esquina a esquina.
A trompicones por la calle sin parar
maté a una rata y a mi vecina.
Tropezando por la calle sin parar,
de casa en casa, de esquina a esquina.
A trompicones por la calle sin parar
maté a una rata y a una vecina.
A trompicones por la calle sin parar,
de casa en casa, de esquina a esquina.
A trompicones por la calle sin parar
maté a una rata y...