MENOS FALTARME EN LA CALLE (TOITO TE LO CONSIENTO)
Menos faltarme en la calle
to te lo consiento, serrana,
menos faltarme en la calle,
que a un hombre no se le falta
y eso lo hiciste ayer tarde,
y luego me pegaste en casa.
¿Te acuerdas de aquella copla que escuchamos aquel día
sin saber quién la cantaba y resultó que era tu tía?
Pero qué estilo, qué asco, qué soberbia y con qué odio me miró.
Creo que los palos que me pegas ella a ti te los enseñó.
Toíto te lo consiento
menos pegarme en la casa,
que los vecinos se enteran
y eso tiene mucha guasa.
No vayas a figurarte que esto va con intención.
Yo no quiero que me grites ni que cojas el escobón,
porque ya me estoy hartando
de que se me quemen las manos echándole leña al fogón.
Pero es bonita la copla y entra bien por peteneras.
Cásate por el amor y no lo hagas por la tela.
Y me he enterao casualmente de que tú no tienes parné,
y nadie me lo ha contao, nadie, pero yo lo sé.
Yo tengo entre dos jamones mi corazón repartío,
si me encuentro uno sin funda es que el otro se lo han comío.
Y mira, nunca me quejo de tus palizas constantes.
¿Quieres una vara? De mimbre.
¿Quieres un palo? De pino.
Y ni me importa que la gente vayan de mí murmurando,
que si soy para ti un muñeco, que siempre me estás pegando.
Que en la diestra y la siniestra yo no tengo ningún bujero,
ni me puedo ir a los baños porque no tengo dinero.
¿Y a mí qué?
Yo con tal de que un rayo de mi lao te desepare,
te estaría aguantando un año por la gloria de mi pare.
Conque a ver si tu conciencia se aprende esta copla mía,
muy semejante a aquel cante de la loba de tu tía,
que te enseñó a dominarme cuando tú eras novia mía.
Desde que te conocí
sabía lo que iba a pasar,
desde que te conocí,
te dejé que dominaras,
pero ahora me toca a mí,
ay, yo te beso en la cara.